Delta moderniza su sistema para aliviar exceso de reservas
[b]Delta moderniza su sistema para aliviar exceso de reservas[/b]
El antiquísimo ritual de dejar en tierra a un pasajero está atravesando un cambio tecnológico en Delta Air Lines. La reforma podría reducir el nivel de estrés de los pasajeros en las puertas de embarque en los aeropuertos, en un momento en el que los aviones vuelan más llenos que nunca. Además, podría ahorrarle dinero a Delta ahora que las autoridades de Estados Unidos estudian incrementar las multas que las aerolíneas deben pagar a los pasajeros que se quedan en tierra por el exceso de reservas en sus vuelos.
Las aerolíneas llevan décadas reservando un número superior de asientos a la capacidad de sus aviones para evitar volar con plazas libres cuando los pasajeros con reservas no aparecen para tomar el vuelo. Por lo general, entre 8% y 10% de los pasajeros con reservas no aparece, según Peter Belobaba, director del Programa de la Industria Global de Aerolíneas del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Cuando hay un número excesivo de pasajeros, los agentes de embarque emprenden negociaciones de última hora con pasajeros dispuestos a tomar otro vuelo posterior a cambio de una compensación financiera.
El nuevo sistema de Delta, que ha estado en funcionamiento desde diciembre, reemplaza una situación a menudo caótica con una subasta silenciosa en la que se pide a los pasajeros que pongan su precio electrónicamente antes de llegar a la puerta de embarque si parece que va a haber un exceso de viajeros en un vuelo.
Los pasajeros que se registran por Internet antes de salir al aeropuerto o en los quioscos antes de pasar la zona de seguridad pueden escribir el pago que aceptarían de la aerolínea a cambio de quedarse sin viajar. Delta puede así aceptar las ofertas más bajas, eliminando gran parte de la incertidumbre inicial. Delta, la segunda aerolínea estadounidense por tráfico, es la única de momento en ofrecer este sistema. Pero ya hay muchos que ya ven sus ventajas y desventajas. «Creo que eliminará definitivamente muchas confusiones en la puerta», dijo Charlie Leocha, director del grupo de defensa del consumidor sin ánimo de lucro Consumer Travel Alliance.
El nuevo sistema también podría conceder a Delta una ventaja en la negociación con el consumidor ya que puede elegir las compensaciones más bajas y los pasajeros desconocerán hasta dónde están dispuestos a bajar su precio las otras personas. En contraste, las aerolíneas rivales siguen presentando sus ofertas —por lo general certificados para viajar otro día de entre US$200 y US$400— a los pasajeros en la puerta de embarque. Las compañías aumentan sus ofertas hasta que las acepta un número suficiente de pasajeros, a menudo tan sólo minutos antes de la hora de salida del vuelo.
El nuevo sistema de Delta «enfrenta a consumidor con consumidor, en lugar de que sea la aerolínea la que tenga que pedírselo a los pasajeros», señaló Leocha. Su implementación se produce en momentos en el que el Departamento de Transporte de EE.UU. considera una propuesta que elevaría de US$800 a US$1.300 la remuneración que las aerolíneas tendrían que pagar a los pasajeros que desplazan involuntariamente a vuelos posteriores. Bajo las reglas de ese país, las aerolíneas no tienen que pagar nada a los pasajeros cuando cancelan vuelos por condiciones meteorológicas adversas u otras razones, normativas que no cambiarían.
El número de pasajeros de aerolíneas estadounidenses que aceptó tomar vuelos posteriores en los nueve primeros meses de 2010 subió a 541.694, frente a los 510.878 en el mismo período de 2009, según el Departamento de Transporte. Durante el mismo tiempo, el número de pasajeros a quienes cambiaron involuntariamente de vuelo por un exceso de reservas aumentó de 52.219 a 53.287. Y todo apunta a que las aerolíneas tendrán que hacer más negociaciones por el exceso de pasajeros este año.
El volumen de pasajeros en aviones estadounidenses ya se encuentra en niveles récord y se espera que vuelvan a subir este año ante el continuo aumento de la demanda. Además, las aerolíneas planean mantener prácticamente sin cambios su capacidad en los vuelos nacionales.
Delta afirma que con el nuevo sistema ambas partes salen ganando, ya que aumenta la eficiencia y elimina el caos en la puerta de embarque. Delta no indicó cuántos pasajeros han usado el nuevo sistema. «Ganar tres minutos en la puerta de embarque tiene un gran impacto operativo», dijo Paul Skrbec, vocero de Delta. Skrbec admitió que el precio que Delta paga a los pasajeros que aceptan tomar aviones posteriores «probablemente sería más bajo» bajo el sistema de subasta silenciosa.