jueves, 21 de noviembre de 2024

Los mejores vinos se degustan en Las Vegas

En el transcurso de la última década, Las Vegas logró ser reconocida en todo el mundo por su creciente lista de bodegas de vinos exquisitos y por tener más Master Sommeliers que cualquier otra ciudad del mundo.

En los últimos quince años Las Vegas ganó reputación gracias a su variada y prestigiosa gastronomía. Reconocidos chefs como Guy Savoy, Joël Robuchon y Wolfgang Puck inauguraron sus restaurantes y contribuyeron a que Las Vegas ganase una Guía Michelin exclusiva, además de aumentar su fama como «ciudad gourmet». Las propiedades, por lo tanto, invirtieron en una completa colección de vinos e incorporaron excelentes profesionales para hacer de cada comida un momento inolvidable.

Las Vegas, cuenta actualmente con el mayor número de Master Sommeliers en una misma ciudad en Estados Unidos. Es posible, por lo tanto, hacer un verdadero viaje gastronómico y perderse entre la infinidad de vinos tintos, blancos, champañas y espumantes que los restaurantes tienen para ofrecer.

Una de las opciones es disfrutar de los placeres de la mesa en el Wine Cellar and Tasting Room, dentro del hotel Rio, con un menú degustación acompañado de una impresionante variedad de bebidas. La bodega también tiene raros vinos de culto y etiquetas de colección de todo el mundo, que incluye un Madeira de 1800 de la bodega de Thomas Jefferson.

La noche puede comenzar en el salón Napoleon´s Champagne Bar, situado en el hotel Paris, donde la carta de bebidas ofrece más de 100 tipos de champañas y espumantes, que son ofrecidos en copa o botella.

Otra alternativa es apostar todas sus fichas a la carta de vinos del hotel Bellagio, que estableció un récord entre todos los resorts del mundo al tener el mayor número de Master Sommeliers en una misma propiedad. Allí se puede visitar Le Cirque, donde el Master Sommelier de la casa, William Moss, guía a los huéspedes por un mundo de sabores refinados, entre botellas vintage francesas y una selección de más de 900 vinos internacionales. Todo esto en compañía de la más alta culinaria y una decoración impecable, con vistas a las bellísimas y famosas fuentes del Bellagio.

Por otro lado, el Aureole, ubicado en el Mandalay Bay Casino, reúne 55.000 botellas en una torre climatizada de cuatro pisos. Allí es posible dejarse llevar por la extravagancia típica de la ciudad y pedir el vino más caro del lugar, un Petrus de 1900, con un precio de 42.000 dólares. Son tantas las opciones que es preciso acudir a uno de los “Wine Angel”, acróbatas profesionales suspendidos por cables que escalan la torre y seleccionan el vino solicitado por el cliente.

www.visitlasvegas.com

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